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domingo, 20 de febrero de 2022

El callejón de las almas pérdidas

Pues bien...ya de vuelta de la costa y como, debido al coronavirus, hace tiempo que no lo hacía, me dieron ganas de ver una buena película en el cine. Revisando la cartelera, me encuentro con un estreno cuyo director es el mismo de "La forma del agua". Dicha cinta ganó varios oscares hace tres o cuatro años y, por esas casualidades de la vida, fue la primera película respecto de la cual hice un comentario en mi canal. Me refiero al mexicano Guillermo del Toro. Por supuesto no dudé y me apresuré a ver este film pues "La forma del agua", a pesar de que tuvo una crítica positiva, me dejó con sensaciones encontradas. Por un lado me sorprendió gratamente su factura técnica y su fotografía. No cabe otro adjetivo que el de magistral para su  atmósfera y ambientación. Sin embargo, a mi juicio y no obstante lo anterior, por otro lado a la película le resta mérito una historia que poco a poco se diluye y pierde peso ante lo espectacular de lo estético y lo visual. Exactamente lo mismo me sucedió con "El callejón de las almas pérdidas". Guillermo del Toro Gómez es un director, guionista, productor y novelista mexicano nacido en Guadalajara. Ha sido galardonado con el Premio Goya y varias veces con el Premio Ariel. En 2018, se hizo acreedor al Globo de Oro como mejor director por su película "La forma del agua". Un mes después, recibió también dos premios Óscar por esa misma película: mejor director y mejor película. Además de "La forma del agua", sus películas más conocidas ( las cuales no he visto) son "Cronos" de 1993 y "El laberinto del fauno" del 2006. "El callejón de las almas perdidas" es una adaptación de la novela de  William Lindsay Gresham publicada en 1946 y también un remake de la cinta de Edmund Goulding que llevó la novela al cine en 1947. Hoy está convertida en un verdadero clásico de culto del cine negro que protagonizaron Tyrone Power y Joan Blondell. Es la historia de un buscavidas seductor que sobrevive en un circo ambulante en la década de los cuarenta en EEUU al tiempo que estalla  la Segunda Guerra Mundial y que triunfará a costa de mentir y hacerse pasar por un poderoso médium que puede hablar con los muertos. La nueva versión cuenta con la actuación de una pléyade de grandes actores, pero sus personajes principales están interpretados por  Bradley Cooper como Stanton Carlisle, Cate Blanchette como la Dra. Lilith Ritter, Rooney Mara como Molly Cahill, Willem Dafoe como Clem Hoately, Ron Perlman como Bruno y Toni Collette como Zeena Krumbein entre otros. El film tiene una estética arrolladora muy similar a "La forma del agua", con un diseño de producción que cautiva desde las primeras escenas y que sabe conjugar lo lúgubre del circo con el lujo de los espectáculos para ricos de la segunda parte del film. Es una historia que nos habla de los subyacentes de la vida, de lo que se esconde bajo lo visible. No hay magia, solo existe el truco y el engaño.  El circo siempre ha sido un lugar triste, incluso siniestro. Nos habla de gente sin raíces que encuentran una familia entre nómadas como ellos. Del Toro siempre muestra fascinación por ese tipo de ambientes y personajes. Si en "La forma del agua" encontró la humanidad en la criatura, ahora el trabajo es a la inversa: el monstruo es humano. El circo tiene dentro de sus atracciones, a un hombre degradado por el alcoholismo. A cambio de una botella, es capaz de realizar los actos más grotescos como rebosar en sus propios excrementos, rebanar cabezas de gallinas y serpientes a mordiscos. Es un engendro, mitad hombre, mitad bestia. Un personaje aparentemente secundario cuya importancia se irá revelando con el transcurrir de la película. El alcoholismo es una problemática recurrente en "El callejón de las almas perdidas" pues muchos de sus personajes tienen una relación compleja con el licor que les lleva a la perdición. La trama parte con un hombre que arrastra un cadáver, lo entierra bajo el suelo de una casa y la incendia. Stanton Carlisle (Bradley Cooper), un tipo silencioso, observador y hermético. Un criminal. Stanton recala de forma fortuita en una feria ambulante administrada por Clem (Willem Dafoe), un empresario sin escrúpulos que le ofrece trabajo. Empezamos a recorrer un mundo de supuestos talentos extraordinarios: Bruno, el hombre más fuerte del mundo (Ron Perlman), el infaltable enano de estos espectáculos, Molly, la mujer capaz de transmitir por su cuerpo descargas eléctricas (Rooney Mara) y la pareja de mentalistas formada por Pete y Zeena (Toni Collete). Todos estafadores revestidos de un bonito envoltorio. Sin embargo, debajo de la magia no hay nada más que truco. El hombre más fuerte sufre de dolor de rodillas y los adivinos simplemente recurren a estratagemas para  pasarse información sin que nadie se de cuenta. Stanton decide aprender los trucos de los mentalistas y participar en su número al tiempo que se da cuenta de que con intuición, observación y la pequeña ayuda de un manual, puede inducir a la gente para conseguir lo que quiere. Se nos plantea una trama en torno a la capacidad de manipulación del protagonista, pero también a la necesidad de un público que se deja engañar. Es en esta parte de la película que uno más disfruta como espectador: el retrato del mundo circense, sus monstruos y sus princesas, con sus alcohólicos y sus forzudos, con la avaricia del propietario y las ambiciones del protagonista. Stanton se convertirá en asistente de Molly Cahill, la enamora y la hace su amante para luego convencerla de que salgan de ese submundo e incursionar con espectáculos para la élite de las grandes urbes. Es aquí que entra en escena y se cruza en su camino la doctora Lilith Ritter (Cate Blanchette), una corrupta psicoanalista que encarna a la clásica 'femme fatale' demostrando ser tan o más peligrosa que el propio protagonista. Ambos se ponen de acuerdo para estafar a gente adinerada. Los claroscuros, las persecuciones y  una investigación sobre quién engaña y quién dice la verdad caracteriza a esta segunda etapa de la cinta. Una nueva interpretación de lo monstruoso porque, ¿quién es el monstruo, el engendro o aquellos que se ríen del engendro? Las opiniones son encontradas, hay críticos que encuentran esta versión superior a la película de 1947 y otros inferior. Incluso están los que opinan que este es un retroceso en la carrera del mexicano. Pero más allá de las críticas que van en distintas direcciones, es indudable que este filme lleva el sello característico del director y este consiste en un cuidado espectáculo visual que se traga el alma de la historia. La misma sensación con la que salí del cine luego de ver "La forma del agua". Para mi, lo anterior es un defecto importante, sin embargo por algo me doy a la tarea de comentar esta película y, a mi juicio, "El callejón de las almas perdidas" es una producción digna de ser vista no obstante que dista de ser perfecta. Por otro lado, no olvidemos que está nominada a cuatro premios Oscar. A mejor película entre ellas. En resumen, la película comienza con un personaje sin rumbo que en el circo ve una oportunidad de sobrevivir, aprende sus secretos y luego juega a ser Dios: "Llevo toda la vida buscando algo en lo que fuera bueno" dice el personaje. La atmósfera del circo atrapa. Los personajes oscuros, los trucos y el día a día circense te mantienen atento a la pantalla. La primera parte se desarrolla en un mundo en el que mentira y verdad se confunden y, aunque parezca contradictorio, como la gente necesita creer en una magia irreal. Luego, ya en la ciudad, con la codicia como móvil, lo oscuro y lo perverso. "El callejón de las almas perdidas" me deja como lección que para que exista la mentira no basta solo con el mentiroso sino que también se requiere del incauto que quiera escucharlo. Saludos.

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