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domingo, 4 de abril de 2021

2001 Odisea del espacio

¿Quién no disfruta de una buena película? Así como la literatura consta de una gran variedad de géneros, el cine también cuenta con un sinnúmero de temáticas que agrupan a películas con argumentos similares en un género determinado. Yo intento disfrutar de todos ellos y siempre he considerado que una buena película lo es con independencia de su género. Sin embargo, por más que intento ser imparcial y disfrutar del cine sin prejuicios, hay dos temáticas que me apasionan por sobre el resto: el cine bélico y la ciencia ficción. No sé cual de los dos me gusta más, tan solo puedo decir que no me pierdo ningún estreno que aborde estas temáticas. Hoy quiero escribir sobre ciencia ficción. Cada vez que veo un nuevo film del género, intento encontrar algo que aporte un elemento nuevo o distinto a películas que, en general, se quedan en lo tecnológico y descuidan lo filosófico. Es aquí donde, a mi juicio, radica el secreto de una buena producción, ya sea literaria o fílmica, de ciencia ficción. Hay que lograr un equilibrio perfecto entre lo que es una historia contundente, profundidad en los personajes y, a eso, agregarle tecnología y efectos especiales. Por otra parte, es un género  subvalorado por la crítica y las producciones exitosas son las que, precisamente, saben conjugar estos elementos. Así encontramos las sagas de "Star Wars" y "El Planeta de los Simios", también podemos ver "Star Trek" o disfrutar de "Matrix", "Blade Runner", en fin, del mismísimo "Terminator" por nombrar algunas. Las anteriores, eso sí, son películas relativamente nuevas y no desmerecen producciones antiguas como "Metrópolis" de mil novecientos veintisiete, "Flash Gordon" de mil novecientos cuarenta o "El Día que Paralizaron la Tierra" de mil novecientos cincuenta y uno. Pero, y no obstante todo lo anterior, entre unas y otras existe una frontera clara y determinada. Un film que marcó un antes y un después en el cine de ciencia ficción:"2001 Odisea del espacio". Es una película de culto británico-estadounidense dirigida por Stanley Kubrick y estrenada el tres de abril de mil novecientos sesenta y ocho. Marcó un hito por su estilo de comunicación visual, sus revolucionarios efectos especiales y sus proyecciones vanguardistas. Su director, Stanley Kubrick (Nueva York, 26 de julio de 1928 - Reino Unido, 7 de Marzo de 1999), no necesita mayores presentaciones. Quizás es el director más importante de la historia del cine. Me imagino que todos habrán visto, al menos, una de sus películas: "Espartaco" de mil novecientos sesenta, "Lolita" de mil novecientos sesenta y dos, "La Naranja Mecánica" de mil novecientos setenta y uno, "Barry Lyndon" de mil novecientos setenta y cinco, "El Resplandor" de mil novecientos ochenta, "Full Metal Jacket" de mil novecientos ochenta y siete. Su última película: "Ojos bien cerrados" de mil novecientos noventa y nueve. Todas grandes películas que más de alguna habrán visto. Llama la atención que Kubrick, si bien trabajó con grandes actores como Kirk Douglas, James Mason, Jack Nicholson y Tom Cruise entre otros, no haya utilizado en el reparto de "2001 Odisea del espacio" a actores de renombre aún cuando es uno de sus films más importantes. Sus protagonistas son Keir Dullea como Dave Bowman, Gary Lockwood como Frank Poole y William Sylvester como el Dr. Heywood Floyd. No conozco participación de ninguno de ellos en otros films de importancia. La película consta de cuatro partes y la trama de la principal consiste en un equipo de astronautas que sigue las señales de radio emitidas por un extraño monolito encontrado en la Luna y que parece ser obra de una civilización extraterrestre. Además, es una película multitemática pues aborda cuestiones como la evolución humana, los agujeros negros, la inteligencia artificial y la vida extraterrestre. Se caracteriza por su realismo científico y revolucionarios efectos especiales. Las criticas se polarizaron en un comienzo, sin embargo en la actualidad es uno de los films más aclamados de la cinematografía mundial. Y tan es así, que fue considerada cultural, histórica y estéticamente relevante por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y escogida para su preservación por el National Film Registry.  Si bien, se trata de una película futurista, el primer segmento es todo lo contrario. Nos introduce en la vida cotidiana de un grupo de primates y su lucha por sobrevivir. Incluso, deben disputar el agua con otro grupo similar. Son primates que temen a la oscuridad nocturna y a sus depredadores por lo que tienen un sueño nervioso en el fondo de una cueva. En un amanecer cualquiera, uno de los primates es despertado por extrañas vibraciones acústicas que provienen de un monolito negro y perfecto que aparece frente a su refugio. En un primer momento provoca alarma y confusión en el grupo, pero al poco tiempo, se acercan y llegan a reverenciarlo. A la postre, uno de los simios comienza a utilizar un hueso como arma del mismo modo que aparecen flashbacks mentales del monolito. Queda claro que el monolito provoca esta súbita aparición de inteligencia en los primates. Les ha dado cierto grado de conciencia sobre los recursos de que disponen para sobrevivir. Ahora los monos son capaces de matar animales, comer carne y vencer a la otra manada liquidando a su líder usando el hueso como arma. Exultante, el primate vencedor lanza su hueso al aire, produciéndose un enorme salto temporal en la narración: el hueso que asciende en el aire pasa a convertirse en una estación espacial que surca el espacio entre la Tierra y la Luna en el año 1999. Nos adentramos en el segundo segmento; Es el año 1999 y el Dr. Heywood Floyd viaja en un transbordador espacial de aspecto muy aerodinámico que recuerda a los aviones de pasajeros supersónicos. Es muy curioso que el vehículo lleve la insignia de la entonces importante aerolínea, hoy desaparecida, Pan Am. La nave ingresa a una estación espacial en torno a la Tierra. Es famosa la maniobra de aproximación pues es una coreografía espacial con la música de El Danubio azul,  de Johann Strauss hijo. La estación es enorme y tiene forma de doble rueda que gira en torno a un cilindro.​ Durante su estancia, el Dr. Floyd realiza una videoconferencia con su hija en la Tierra y luego tiene una conversación con científicos soviéticos. Después da una conferencia con científicos de otros países en la que se le pregunta sobre la extraña incomunicación con la base estadounidense de Clavius, y si son ciertos los rumores que apuntan a una epidemia en ella. Floyd declina brindar detalles sobre el asunto a los soviéticos y por ende, también a los espectadores. El Dr. Floyd se dirije enseguida a la Luna y, de nuevo, el alunizaje se convierte en una coreografía acompañada de El Danubio azul. Por fin se revela el misterio: el Dr. Floyd ha viajado para hacerse cargo de la investigación por el descubrimiento de un monolito idéntico al que encontraron los primates. Se hallaba enterrado en en un cráter. Hasta el momento, el monolito había resistido cualquier análisis y tampoco demostrado ninguna actividad. Lo que quedaba claro es que se trataba de algo fabricado por una civilización extraterrestre. Había sido enterrado intencionalmente y era la primera prueba real de vida extraterrestre. Había que mantener el secreto. Así, viajan a la excavación y bajan a pie hasta el nivel del monolito, maravillándose al ver y tocar algo tan perfecto, plano e insondable. En ese momento amanece en esa parte de la Luna y el monolito recibe el primer rayo de sol desde que fue enterrado. emite una potente señal acústica que deja aturdidos a los presentes. El tercer, y más importante de sus segmentos, nos traslada al año 2001. La nave Discovery 1 viaja a Júpiter con cinco tripulantes, tres en hibernación y dos despiertos, David Bowman y Frank Poole. Convive con ellos un supercomputador de última generación, llamado HAL 9000. Gobierna la nave con inteligencia artificial y se comunica con los humanos mediante el habla. Nada se dice acerca de la misión. La vida abordo es monótona hasta que, poco antes de llegar al punto de destino, HAL pregunta a David Bowman si no tiene dudas sobre la misión. El astronauta, sorprendido, responde negativamente, pero con vacilación. HAL se autointerrumpe en ese instante y anuncia un fallo en una unidad de comunicaciones que podría dar lugar a la pérdida de la conexión con la Tierra. David Bowman sale del Discovery en una pequeñas nave esférica con brazos de manipulación y reemplaza la unidad teóricamente averiada. Cuando regresa al interior, todos los análisis del circuito muestran un funcionamiento correcto y desde el control de la misión tampoco encuentran ningún fallo. Lo anterior pone en entredicho la fiabilidad de HAL. Bowman y Poole se encierran apagando  los micrófonos, para analizar la posibilidad de desconectar las funciones superiores de HAL, pero la computadora consigue leer sus labios. HAL vuelve a diagnosticar el fallo futuro de la unidad reemplazada, tomándose la decisión de volver a dejar la original para comprobar si acaba fallando o no, pero a la vez confirmando los problemas de fiabilidad de HAL. Ahora es Poole el que sale a realizar la sustitución, y cuando ha salido, HAL toma el control de su nave esférica lanzándola sobre él y asesinándolo. Provoca la despresurización de su traje espacial. Bowman se da cuenta del accidente y se introduce precipitadamente en otro de los pequeños módulos dotados de brazos y sale a rescatar a su compañero. Con Bowman fuera de la nave principal, HAL simula otra avería y provoca la muerte de los tripulantes hibernados. Por su parte, Bowman consigue llegar hasta Poole, pero ya está muerto. Lo recoge y regresa al Discovery. Sin embargo, HAL no obedece su orden de abrir el hangar y no puede entrar. Bowman decide una maniobra arriesgada: abandona a Frank Poole en el espacio, abre con los brazos articulados del módulo la puerta exterior de emergencia y coloca la escotilla de su nave orientada hacia ella. Activa la voladura de emergencia de su escotilla, siendo lanzado hacia el interior del Discovery. Ya con casco, para evitar la despresurización provocada por HAL, Bowman lo va desconectando. La máquina parece disculparse y pide no ser desconectado. David consigue entrar en la sala que contiene las funciones principales de HAL y comienza a extraer sus tarjetas de memoria una a una. HAL suplica compasión, pero cada vez con más problemas de comunicación y, por fin, se desactiva. Al desconectarse, se pone en marcha una videograbación del Dr. Floyd que pone al corriente a David Bowman de su misión: la investigación del origen de la señal recibida por el monolito TMA-1 en 1999, emitida desde un punto cercano a una de las lunas de Júpiter. Y llega el final de la película: Unos meses después, David Bowman llega a los alrededores de Júpiter en el Discovery y sale en una de las naves esféricas a investigar otro de los monolitos que orbita la luna Ío y que es el origen de la señal emanada de la Luna. No hay interacción hasta que, de pronto, el monolito toma el aspecto de una puerta rectangular y oscura. David lo atraviesa y comienza un viaje alucinante por paisajes psicodélicos.​ Son las imágenes que alguien tendría si viajara a velocidades cercanas o superiores a la luzLa escena cambia y Bowman se encuentra dentro de una extraña habitación decorada al estilo Luis XVI. En la extraña sala aparece una mesa elegante, pero sobriamente servida. Finalmente se ve a sí mismo en un espejo cada vez más viejo. Posteriormente aparece moribundo en una lujosa cama y frente a él reaparece, brillando, el monolito. Bowman, envejecido, señala con uno de sus dedos índices al monolito. Luego, toma la forma de un feto dentro de una esfera transparente  pasando a flotar en el espacio.Es muy importante la música. La película cuenta con música de Richard Strauss: Así habló Zarattustra, Johann Strauss hijo: El Danubio Azul y Gyorgy Ligeti, que acompañan las imágenes del espacio. Kubrick hace  un recorrido por la música del siglo XX que comienza con Zaratustra y culmina con Ligeti, para volver a iniciar el ciclo con los acordes finales de la obra de Richard Strauss.  Por otro lado, 2001 Odisea en el espacio está considerada como una de las más respetuosas con las leyes de la física. Escenas como la del acoplamiento de la lanzadera con la estación espacial, la ausencia de sonido en el espacio y detalles como el diseño de la nave Discovery marcaron un hito en el género que marcó tendencia. Por último 2001 Odisea del espacio inspiró a miles de personas a seguir carreras científicas.​ Sus efectos especiales y sus elementos tecnológicos fueron un modelo a seguir para las siguientes películas y novelas del género. Desde su estreno, inspiró a varias producciones posteriores como Star Wars, Blade Runner o Alien. Directores como George Lucas o Ridley Scott​ han declarado que es la película que cambió y definió el género. Saludos.


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